Hoy me dirijo a ti, entrenador.
Quiero echarte la bronca. Aunque sé de buena mano que no es tu culpa, ni tu responsabilidad, pero alguien debe decírtelo. Solamente diciendo las cosas, se pueden solucionar muchas otras.
No sé si alguna vez te has dado cuenta de quién eres. De lo importante que eres. De la capacidad que tienes de influir sobre un chico, a tus chicos, a tus jugadores, a tus hombres. Tienes la capacidad de convertir en ángel a un jugador que pueda estar pasándolo mal fuera del terreno de juego.
Capacidad de darle alas y que dentro del campo encuentre su senda. Que olviden todo lo demás y puedan expresarse como de ninguna otra manera pueden hacerlo.
Puedes transmitir un valor de manera deportiva y que tu chico aprenda a aplicarlo en su vida. Las ocasiones en las que pediste que te ayudaran a mover esa portería o a recoger esos balones, puede significar que su madre no tenga que recoger la mesa sola.
Tienes una oportunidad de oro, por favor no la malgastes.
Acaso crees que cuando lo trataste mal porque habías tenido un mal día, no se quedó reflexionando sobre que había hecho mal.
No vengo a darte lecciones de cómo tratar a tus jugadores. Solamente a recordarte que detrás de la camiseta hay un niño que un día se inicio en el futbol para cumplir su sueño. Quizás no lo consiga, pero te garantizo que TÚ puedes ayudar muchísimo a que lo realice.
Y si no lo consigue, no importa. Habrás contribuido a formar a una persona.
Quiero que recuerdes esa vez en el que te vieron como transmitías esa pasión por el futbol y no que simplemente ibas como un entrenador más a las ocho de la tarde a cumplir con el entreno rutinario. Ese momento en el que corriste celebrando un gol, te expresaste como se debe hacer, sin tonterías de formalismos, como humanos pasionales, y te fundiste en un abrazo.
Entrenador, puedes transmitir pasión e intensidad con sólo mirarles, con sólo hacerles sentir importantes. Un jugador con confianza es capaz de hacer cosas que ni él mismo puede creer.
Puedes y debes hacer que expresen su creatividad dentro y fuera del campo.
¿Por qué cortamos de raíz sus mejores talentos?
Es tarea tuya hacer del campo un lugar donde quieran ir y hacer de tu figura una persona en la que busquen cobijo.
Se su confianza. Te necesitan.