Muchos sabrán quién es y muchos otros tal vez recuerden su etapa como pucelano y a partir de ahí, si te he visto no me acuerdo. Patrick Ebert es uno de esos jugadores que poseen un talento a la altura de muchos grandes jugadores, pero que por una u otra circunstancia, no llegan a triunfar.
En este caso, podemos señalar dos claros factores por los que Ebert no ha llegado a más:
- Las lesiones: desde que llegó al Valladolid ha vivido un calvario de lesiones, año tras año. Todas sus lesiones, o su gran mayoría, han sido por problemas musculares y de ahí que se le catalogue como un jugador de cristal. Este es sin duda un factor primordial que ha hecho que Ebert no pueda triunfar en un grande, porque calidad le sobra.
- La mentalidad: se trata de un jugador un tanto extrovertido y conflictivo. Sus problemas con entrenadores no han sido hechos aislados y le han costado el típico banquillazo que sufren los jugadores con talento. Es más típico de juveniles que de jugadores profesionales, pero por desgracia a algunos les dura para siempre.
Teniendo en cuenta estos hechos, considero que es una lástima que por estos motivos (unos evitables y otros no tanto), no podamos ver al Ebert que deslumbró en el primer año como vallisoletano, al Ebert que bailaba la banda junto con Rukavina, que enamoraba con disparos y vaselinas imposibles… Ahora sufre lesión grave y rotura de tendón de aquiles, se pierde el resto de temporada.
Espero que algún día podamos disfrutarlo de nuevo, pero a quien mucho tiene, más le viene.

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